jueves, 2 de julio de 2009

Sesión contínua 3

Tardes de cine. Los chavales del barrio nos quedábamos hasta el beso y luego salíamos un rato al vestíbulo (el ambigú que decía mi abuela) hasta que atacaban los sioux. El malo era el acomodador.
*









La madre de El Toño era pantalonera y su tío Tony, obseso sexual como su abuelo.

-Señor Antonio un día se va a llevar usted una hostia...le dijo una vez la señora Balbina cuando le pilló mirándole el culo mientras fregaba las escaleras del portal.
En principio, El Toño no era obseso. Que se supiera, no se la meneaba más que cualquiera de nosotros.
Una tarde, en el cine Cristal, cuando, amparados por la obscuridad de la sala, vociferábamos nuestro habitual repertorio de sesión infantil:
-¡Acomodador, el cubo que me corro! -ese era el inconfundible vozarrón de Carlitos.
Los mayores desde el gallinero y el viejo número del trapo: ¡RAJS! -¡Las bragas no, Pepe, las bragas, no! ...
De repente oímos otra voz:- ¡Tío marrano! ¡ Habráse visto!, ¡Acomodador!
¿De quién era aquella voz? Desde luego de ninguno de nosotros. Y tampoco el número pertenecía al repertorio de Antonio Patachicle. La linterna del acomodador nos sacó de dudas: ¡El TOÑO! Le habían pillado metiendo mano a una gorda.
No le saludamos ni salimos al vestíbulo a ver que suerte corría. El tampoco quiso vernos. Ni aquella tarde en el Cristal, ni en mucho tiempo. Ya no estaba para juegos. Había crecido.

* En la jerga infantil, las pelis eran Toleradas o Para mayores. La cantidad de piel que mostraban las actices (los hombres por lo visto no interesaban a nadie), los besos y las referencias sexuales situaban a las películas en uno u otro bando. En mi experiencia, había mucho mas sexo en las sesiones de Toleradas.

Y TAMBIEN:
Sesión contínua 1/ Sesión contínua 2

11 comentarios:

Santy Trombone dijo...

-¡Acomodador, el cubo que me corro! Señor que ambientazo en el cine, ya me hubiese gustado a mi ya, pasar una tarde de esas...

senses and nonsenses dijo...

mucho más...
como burt lancaster en El halcón y la flecha, errol flyn o tyrone power (lo malo es que los depilaban a todos). hasta a william holden, que en Traidor en el infierno se le escapan los pelos por la camisa.
mi infancia hubiera sido otra sin el peplum... y esos herculeas piernas de steve reeves.
mis experiencias en los cines no son toleradas, tienen dos rombos...

un abrazo.

Anónimo dijo...

Buen post, y como dice senses or nonsenses, mis experiencias en el cine son de al menos 4 rombos.

Saludos desde la calurosa Córdoba.

molano dijo...

Calamarin, ¿no crees que era un espectáculo muy avanzado, muy participativo? No nos limitábamos a ser meros espectadores. A mi es que la cultura me tiraba ya desde pequeño.

Senses, Jose, ¡si empezamos todos a sacar los rombos!..

Santy Trombone dijo...

Sobre todo participativo y colectivo... ya lo creo.

maikix dijo...

De pequeña recuerdo mucho miedo a que se sentase algún hombre a mi lado en el cine, porque a la mínima te metían mano.
En cambio de (bastante) mayor, recuerdo una vez unas escenas tórridas, y no eran precisamente en la pantalla, sobre las que luego he pensado: ¡A tu edad, ya te vale!

molano dijo...

Lo único malo de estas cosas es que no se hagan de mutuo acuerdo. Por lo demás, la edad ... es tan relativo.

Chico,la Lola 2 dijo...

Recuerdo que la primera vez que me pusieron la mano encima del paquete fue con una de los hermanos Taviani(paquetillo entonces),pero no recuerdo si era tolerada,era en sesiòn matinal (La Notte di San Lorenzo).Y la primera vez que un hombre intentò ponerme la mano encima fue en Terremoto 80 o fue en Aeropuerto 80,no lo olvidarè jamàs,estaba muerto de miedo.No olvidarè jamàs a aquel cerdo.La pelìcula ahora no la recuerdo.
Los actores de cine jamàs me han puesto ,excepto uno y no ser por qué,porque ahora no me gusta nada...

PATSY SCOTT dijo...

¡Y el sussto cuando se acababa la película y encendían las luces!!!!

molano dijo...

Chico la lola2, Pobre, en medio de una catástrofe...Seguro que la primera vez era una matinal que esas estaban llenas de pirados. En una matinal del desaparecido cine Rex de la Gran Vía donde fuí a ver por primera vez en mi vida "Lo que el viento se llevó" de la que mi padre llevaba hablándome años y a la que yo asistía como el que va a La Meca, una vieja loca que estaba a mi lado empezó a gritar que yo la estaba metiendo mano. ¡Esa si que pasaba hambre y no Scarlett!
Patsy, esas luces al encenderse, nos devolvían a la cruda realidad: a tu lado no estaba Ronda Fleming, estaba tu tía Encarna y el del otro lado nunca era Steve McQueen.

PATSY SCOTT dijo...

O sí. El del otro lado era un novio que tuve igualito a Robert Redford - Claro que al verlo años después no se le parecía ni en el blanco del ojo. Pero es que ya la película era otra ...