jueves, 31 de diciembre de 2009

El año del blog









Se acaba un año rarísimo, inolvidable.
Para la Historia, 2009 será el año de la gran crisis y de Obama. Para mi será el año que empecé este blog.

Este es el año en el que por fin supe qué era un blog, algo qué nunca entendía cuando trataban de explicármelo. Y es que un blog es tantas cosas... Para cada bloguero, intuyo, supone también algo muy distinto.

Para mi ha supuesto retomar el gusto por la escritura, recuperar al curioso que siempre fui y que andaba un tanto dormido, despertar también mi interés por los otros. Me ha servido para retomar viejas amistades y para rellenar lagunas. Me ha hecho reflexionar sobre temas a los que nunca imaginé que les dedicaría un segundo y esencialmente, me ha hecho reflexionar sobre mi mismo. Preguntarme.

También, gracias al blog, conozco mas gente. Es gente que me gusta, que me divierte, gente que me enseña. Gente que me provoca curiosidad. Gente que me enfada a veces. Algunos comparten mis gustos y otros tienen unos gustos muy, muy raros. Gente muy distinta a mi que se me parece mucho. Son nuevos amigos, aunque ellos no lo sepan.

El blog. Por fin lo comprendo. Y quiero continuar.

viernes, 25 de diciembre de 2009

La poesía es un regalo

A mi la poesía me la regalan. Nunca salió de mi comprarme un libro de poemas.
Cuando era muy joven leí en mi casa los dos únicos libros de poesía que allí había: el Romancero gitano y otro de Miguel Hernández (¿Viento del pueblo?)
Con el tiempo, yo aportaría a la biblioteca familiar un libro de poemas de Ángel González, regalo de mi primer amor, y otro de Apollinaire, Alcools, regalo de mon premier amour.
Como habréis adivinado, no costaba mucho ver en mi un alma sensible.
Este alma sensible siguió disfrutando, y mucho, de la poesía. Eso si, de balde:

20 poemas de amor y una canción desesperada
fué un regalo envenenado que partió mi pecho a cuchillazos y Shakespeare´s poems, con sus celos, convirtió mi estancia en Londres en una pesadilla salvaje extrema, cruel y ruda.

No, no recuerdo quien me regaló la obra de Gil de Biedma- que la vida iba en serio uno lo empieza a comprender más tarde- pero todavía habría algunos regalos mas. Y luego, una larga travesía del desierto en la que ya nadie parecía ver en mi ese alma sensible a la que conquistar con la mejor poesía.


Esta Navidad, Teresa me ha regalado un libro sobre Cernuda. Pero no son-¡Ay!- poemas ni Teresa es mi amante.
El regalo de mi amiga es una preciosa edición de la Residencia de Estudiantes. Una biografía del poeta, ilustrada con mas de 500 fotografías. La iconografía retrata al poeta a través de su entorno, sus publicaciones, los lugares que habitó, los amigos que frecuentó... Aún no he podido leerlo pero he ojeado el libro y echado un vistazo a las fotos y algo ya he aprendido: Cernuda es el poeta que mas fotos en bañador se ha hecho en la historia universal de la poesía.
Este hecho constatado ha provocado mucha curiosidad en mi y, después de leer su biografía, he pensado que voy a leer algunos de sus poemas. Y si hay que pagar se paga, oye.
Ay el tiempo! Ya todo se comprende.

lunes, 21 de diciembre de 2009

El portal de Belén

En Belén, solo hay un nacimiento. Es este. Está en el escaparate de una nueva tienda de productos ecológicos en la esquina de Belén con la calle San Gregorio (in Madrid, yes).

La calle de Belén es una call
e con un par de buenos anticuarios, un par de galerías de arte, restaurantes, tiendas de decoración y regalos, de ropa... Todo estaba vacío cuando hice la foto. Me vino a la cabeza que no debería ser tan difícil hacer que la gente vaya a Belén en Navidad.
Señores comerciantes, ¡un poquito de marketing por favor!








Este otro nacimiento está en una tienda de imágenes y objetos religiosos de la calle Mayor. Alguién
podría pensar que es muy clásico. No lo es. ¿Donde están la mula y el buey? Los han sustituido por un loro.
Y va y dice mi amiga:- El loro aunque no da calor, da palique y, oye, con tantas visitas como tenían...
Si será bruta. El papagayo como todos sabemos lo traían los Reyes Magos. Loro, incienso y mirra.

jueves, 17 de diciembre de 2009

La sagrada familia








Nunca he sido muy familiar. De hecho, hoy no puedo ni permitírmelo. Mis padres ya no están y mi único hermano es tan soltero como yo.
A mi, la sangre, no me tira nada. Es mas, desconfío de los familiares. Gente a la que a penas trato y se permite una confianza que mis amigos han tenido que ganarse a pulso.
Los apellidos me la repampinflan. Que un tío lleve los mismos que yo no quiere decir que no pueda ser un plasta, asesino en serie o, lo que es peor, estar involucrado en la trama Gurtel.

La familia no obstante es la gran protagonista de las Navidades. Y volver a reunirse con la familia al rededor de la mesa es, sin duda, el único rito que todos practicamos.
Muchos disfrutan de esos encuentros. Y, aunque son muchos también los que despotrican de esas comidas, pocos dejan de asistir.
Ese adolescente que está deseando que acabe la cena familiar para escaparse de casa con sus amigos es algo mas navideño que una zambomba.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Lotería

















No
es que yo sea un entusiasta de las fiestas navideñas pero inevitablemente llegan. De hecho ya están aquí. El calendario no perdona, ni tu tía tampoco.

-Ya te tengo apartada tu participación de lotería, acaba en 5, me dijo ayer al teléfono mi tía Amparito.

Y entras al trapo, participas, juegas:

- A ver si nos toca.

La verdad es que a
mi me tocó la lotería el día que nací en Madrid. Yo en aquel momento hubiera preferido nacer en Niza, porque ya se sabe como andaban las cosas por aquí con Franco pero claro, como nadie te pregunta. En fin, al menos estaba en Europa y si quería agua, abría el grifo. Lo que quiero decir es que no nací en Mali o algo así, lo cual ya es una suerte.
Además, al nacer en Madrid, yo era blanco (entonces esto funcionaba así). Ser de la raza dominante me evitaría otro montón de problemas. ¡Premio!


¡Niño tenemos! dijo mi abuela cuando vió salir aquello. Yo cuando lo oí no dije nada pero me puse supercontento. Tendría que ir a la mili si, pero a cambio no tendría que soportar menstruaciones, ni partos, ni ocuparme de organizar mi boda. No tendría que cambiar de peinado continuamente y hasta podía dejar que el bigote me creciera si me daba la gana.

Si hubiera nacido mas alto mas fuerte y listo ya habría sido el acabose pero es que el gordo les toca solo a unos pocos.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Marco navideño

Esta es mi tarjeta de Navidad (mi crismas, para entendernos) amigos y lectores. Un marco para que metáis lo que os venga en gana: la foto del niño, de la nieta, unas bolas, un paisaje nevado, una botella de cava, de champagne o del Gaitero. Un décimo de Doña Manolita, Papá Noel, una zambomba o un abeto. Y esto por mencionar solo algunas ideas en plan laico porque también podéis optar por la sagrada familia, un pastorcillo, los Reyes, San Nicolás o Isidoro Álvarez.
En mi experiencia, siempre es mejor recibido si se introduce en un sobre y se acompaña de un jamón. Claro que si vais a enviarlo por e-mail, os aviso de que un jamón, aunque lo comprimáis, tarda mucho en bajarse. De hecho era mi intención poner aquí un jamón para cada uno que entrara a comentar pero blogger, como sabéis, es muy, muy limitado. Si que lo siento.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Pepenando

En México, y quizá también en algún otro pais de América, pepenar significa recoger del suelo, rebuscar, recolectar. En España no existe una palabra que reuna todos esos significados.
El film de Agnès Varda Les glaneurs et la glaneuse (los espigadores y la espigadora fue la traducción en España) es un documental excelente que me impresionó en su día y que recientemente repusieron en tve.
Agnès Varda
trata en este documental sobre todo de la sociedad de consumo pero en vez de retratar a los que consumen en exceso a los que despilfarran, retrata a los que espigan, a los que pepenan, los que viven de los restos.
Pero Varda no habla solo de los que rebuscan en la basura. Habla también de los recolectores del campo. Y no solo de los que recogen desperdicios por necesidad. También hay artistas que utilizan materiales reciclados. Y está, por supuesto, la propia Agnès la glaneuse (la espigadora) del título que así se define como cineasta. ¿Qué es un documental sino un genero que esencialmente se construye recolectando imágenes?

Pepe Nador es español. Se podría decir que hace collage pero uno muy especial. Así se presenta a si mismo:

“Siempre quise tener un nombre artístico, como los grandes del cine o algunas figuras de la ópera. Un nombre artístico me hace sentirme
interesante, como si tuviera algo que ocultar. Supongo que esto es así precisamente por carecer de secretos inconfesables. Aunque durante algun tiempo comparti aquél del famoso creativo francés que escribió "no le digais a mi madre que trabajo en publicidad prefiero que siga pensando que soy pianista en un burdel." Pero esa es otra historia. Lo de Pepe Nador es muy diferente. Tiene que ver con mi trabajo mas artístico y con una noche en la cantina FBI de Guanajuato. Y con un cuate circunstancial que se me quejaba amargamente:-"la pepena está redura."
Si, amigos.
Yo es que soy muy basurillas.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Qué bello es vivir

Una suave luz, a penas dorada, se filtraba a través de la persiana de la ventana de mi dormitorio. Apagué el radiodespertador inmediatamente, antes de que cualquier tertuliano me estropeara el bello día que se anunciaba.
La ducha terminó de despertarme. Fué una ducha enérgica mas rápida que de costumbre pues me urgía salir a disfrutar de esa luminosa mañana.
Ya en el ascensor, al llegar a la planta baja, me atacó el séptimo de caballería desde la tele a todo volumen del conserje. Salí dando un fuerte empujón a la puerta con el cuerpo, lanzándome al suelo mientras me defendía del ataque disparando mi Browning de 1,7 mm. La tele voló por los aires junto con los restos de la cabeza del conserje.

Reinaba la calma. Las obras del plan E, al fondo de la calle, habían cortado el tráfico. Sin ruido, los árboles de la calle se habían poblado de nuevas y variadas armonías. Era como si se hubieran reunido allí todas las aves del paraíso. Un CLANK! surgió como un disparo entre la música. Un vecino había apoyado un viejo somier sobre el contenedor de papel. El vecino se disponía a abandonarlo allí cuando un BANG!, este si, salido de mi Colt M1911, lo hizo desplomarse suavemente sobre su somier. Parecía dormidito.
Entre trinos y gorgogeos, respirando los aromas de las plantas que desde los balcones endulzaban la brisa de la mañana, llegué a la cafetería de la esquina.

- Buenos días, un suizo y un café descafeinado de máquina por favor.

- ¿De sobre o de máquina?- respondió el camarero regalándome una blanquísima sonrisa.
- De máquina, repetí, yo.

Mientras el camarero, de evidente origen foráneo, me servía el café con su mejor sonrisa, me preguntó:
-¿De qué quería la napolitana?
Lo abatí. Fué de un tiro limpio en la frente.
La cafetería del barrio es pequeña y conserva intactos sus mosaicos, sus formicas, sus lámparas. La fachada es toda de cristal. También la puerta que tiene como único adorno un tirador estrafalario. A través de los cristales, miraba yo a la calle mientras disfrutaba de mi cafecito mañanero cuando vi que un muchacho de unos 18 años, empuñando un spray de pintura azul firmaba con un garabato infantil sobre la luna de la cafetería, emborronando la ilustración del bocadillo de calamares. Cuando salí todavía andaba ensayando la firma aquí y allá sobre la fachada.
- ¡Iván!, le gritaban desde la esquina de la calle una pareja de a penas 40 años.
- ¡Ivan, hijo, que te estamos esperando!

Estarían a unos 30 metros pero no era cuestión de fallar. Cuando el centro de la mirilla apuntaba la sien del padre, hice el primer disparo. El segundo destrozó el cuello a la mamá de Iván. El rojo vivo de la sangre, sobre el pañuelo palestino de seda natural color menta, resultó ser una mezcla deliciosa que imitaba los colores de la naturaleza.

-Qué bonito día
, me dije. Solo falta que al jefe le haya dado un pequeño infarto y que ninguno de mis compañeros mencione a Cristiano Ronaldo.