No era mi intención seguir por este camino tan localista pero los comentarios a mi anterior entrada han derivado en referencias a La Gran Vía madrileña que me han llegado al corazón.
Quiero creer, además, que la Gran Vía, como las Ramblas de Barcelona o calles como Sierpes y Estafeta, por muy diferentes razones, tienen una entidad propia que las proyecta mas allá de sus ciudades.
Puedo decir que a mi, sin ir mas lejos, no se si me molestó mas que se cargaran el ascensor del metro de Gran Vía o que desapareciera el Jazz Colón en las Ramblas. Y no es poco decir.
Imagínate a este niño virgen haciendo su propia ascensión al cielo en el ascensor del metro que salía a Manhattan justo frente a la Telefónica.
Llegar desde el barrio a la Gran Vía era alucinar. Para empezar, las piperas de la Gran Via no tenían nada que ver con las que yo conocía. Eran otra cosa. Mujeres con pasado, interesantes, con conversación. La que menos, de joven había vendido cigarrillos en el Pasapoga.
Junto al templete del ascensor charlaba un día con mi amiga la pipera esperando a Enriquito para ir juntos a la Ser, Gran Via, 32, a “los 40 principales”.
Pipera interesante: - Como amiga, tengo que decirte una cosa.
Niño virgen: - ¿Si?
Pipera:- Con lo guapo que tu eres… no te pongas esos pantalones.
Los pantalones eran normales, de pana gorda pero ¡granates! Un escándalo para la época.
La que me avisaba, de unos 70 años, iba pintada como una puerta, y se recogía el pelo, o lo intentaba, con una especie de turbante de estampado orientalista. Y llevaba chal.
Nada mas cruzar la calle desde el templete del ascensor, te topabas con la impresionante joyería Alexandre. La misma que se convertiría en el primer Mc Donald´s que se abrió en Madrid . Esto pudo haber hecho de mi el José Bové español pero la historia me tenía reservado otros cometidos.
Recapitulando. No hemos recorrido ni 20 metros y ya tenemos 3 bajas: el templete del ascensor del arquitecto Palacios, la joyería Alexander y las piperas.
Mc Donald´s recibió por parte de la Cámara de Comercio e Industria de Madrid una mención como establecimiento continuador de la tradición madrileña. Con un par.
El templete original está en un prado, en el pueblo de Palacios. En Madrid –¡ yupiii !- nos vamos a gastar la pasta en hacer una réplica y ¿dónde crees que la van a poner?.... ¡ Donde estaba la buena ! Pero eso si, esta vez sin ascensor, que total ni se ve ni nada.
En cuanto a las piperas, las de hoy venden latas y bocadillos sobre una caja de cartón y siendo, como son, de la provincia china de Shandong, no son ni la mitad de exóticas.
Y TAMBIÉN:
Madrid, Madrid, Madrid/ Arquitectos y monumentos/ Mujerzotas 4
Julio Romero de Torres (1874 - 1930)
Hace 3 semanas
14 comentarios:
es lo que tiene ponerse tan localista... que uno no sabe muy bien qué comentar.
(piperas!!! niño, ...pero de qué época nos estás hablando?)
...esto lo he dicho?, o sólo ha sido un monólogo interior? jajajaja.
no me contestes...
un abrazo.
Que visual....muchas gracias por el recorrido.
2046
Un recorrido que hago todos los días. Me encanta Madrid. Un Madrid nuevo que no cae en la cuenta del viejo Madrid que va retirando (aplastando). Una pequeña sutileza: ha desaparecido la placa que al final de la calle Fuencarral (confluencia con Gran Vía) recordaba que en esa casa vivió Adelina Patti: famosa soprano de finales del XIX, cantó hasta en los mejores salones del Salvaje Oeste. Siempre sonreía al ver la placa: me la imaginaba tan fina cantando a Verdi ante rudos pistoleros borrachos de whisky.
Lo mejor, la mención de la Cámara de Comercio a Mac Donalds, sí señor...! Y nada menos, que por mantener las tradiciones...! Claaaaaaro, si los nuggets del payaso ese, se comen en la Gran Vía desde la Edad Media...
Me remito a mi comentario del post anterior. Ea!
senses, no te contesto.
Champy, gracias a ti.
José Ángel, eso es Madrid. En vez de nombrar a La Patti hija predilecta y alardear(aunque creo que por aquí anduvo poco), le quitan la placa. Pues no sería muy madrileña pero era "mas agarrá que un chotis"
maikix, por tu comentario anterior y otros de ese post, me decidí a ilustrar un poco mas el tema.
Claro que ejemplos hay para no acabar nunca. También se cargaron un bonito templete del metro en Urquinaona, en Barcelona.
Bueno, supongo que todos estos cambios urbanisticos no son de tu agrado, al menos los que hoy comentas, cosa que entiendo.
Para otro post, podrías invertir el sentido y contarnos, para los que no vivimos, pero amamos Madrid, los cambios que te hayan parecido una mejora.
Un sugerencia y un saludo desde el sur.
Te he dejado un comentario tardío en el post anterior y estoy de acuerdo en lo del McDonalds - clama al cielo. Y me irrita ver el Planet Hollywood al lado de la Pza Colón y qué decir de la maravillosa esquina de los bajos del Palace - Paseo del Prado y la Calle del Prado, que se ha llenado de cafeterías de no sé qué cadena y un espantoso VIPS.
Esto de poner una réplica del templete original es surrealista y me recuerda a un capítulo de El Estilo del Mundo de V.Verdú sobre recreaciones temáticas.
En cuanto a las piperas, me gustaría sumarme al comment de senses pero no colaría.
Tu dirás... ¿como comparar a esas inolvidables piperas como la que describes, que ya me hubiese gustado a mi conocer...(con pasado incluido) con los pobres chinos explotados vilmente por sus propios compatriotas...?
Personalmente, desde hace unos años "La Gran Via" me pone muy triste...
José, gracias por la sugerencia. No quiero aburrir con Madrid, ya hay estupendos blogs especializados, pero en un tiempo volveré al tema "en positivo". Personalmente odio esas personas que solo critican y no aportan nada aunque mucho me temo que mis ideas sobre como mejorar Madrid no están en las prioridades del Ayuntamiento.
Como no estamos en época de elecciones, te adelantaré algunas cosas que creo que se ha hecho bien en la ciudad:
la obra del Museo del Prado y su entorno, el trabajo de la paisajista que renueva el Retiro, la plaza de Oriente, peatonal hasta el mismo palacio y la renovación de las aceras y el mobiliario urbano de la Gran Via que nos ocupa.
Y que Dios me coja confesao.
Patsy, vi tu comentario que no solo no fué tardío sino que me empujó definitivamente a volver al tema.
En cuanto a las piperas, tu súmate que yo no contesto.
Calamarin, si hablamos en serio, aquellas piperas eran pobres ancianas sin pensión alguna que se veían obligadas a trabajar a su edad en la calle. No se que es peor.
Jo, tio, no me extraña que la Gran Vía te ponga triste. Pero no te procupes que ya lo dejo.
hombre mirado así... aunque lo de las pensiones creo que va a ser una utopía para muchos, yo ya me estoy viendo en la calle si pensión vendiendo algún tipo de producto para sobrevivir... (pero claro yo soy pesimista por naturaleza y siempre veo el vaso medio vacío)
Pues yo que llevo casi 10 años viviendo fuera de Madrid (en el profundo sur con playita que sueñan todos los madrileños) la Gran Vía y sus aledaños, por más cambiada que esté, es de los sitios que más me apetece patearme cuando regreso, de tanto en tanto, a pasar unos días. Así que tu post me ha llenado de doble morriña: por lo que fue y ya no es y por lo que es y sigue gustándome en mi añoranza.
Un cálido saludo sureño
Calamarin, Siento haberte llevado a elucubraciones tan tristes. No era mi intención.Espero que el tipo de producto en el que estás pensando sea LEGAL.
MadameX, Yo viví hace mucho tiempo en el Puerto de la Cruz, en Tenerife. Cuando veía en la prensa fotos de algún estreno en la Gran Vía se me olvidaba lo bien que vivía en la isla y solo quería volver.Casi como cuando en la Gran Vía leía sobre un estreno en Broadway. Y eso que no lo conocía.
Un saludo.
Con todo, sigue fascinando la Gran Vía.
Dos pérdidas recientes, para mí importantes: el Madrid Rock, más que una tienda un punto de encuentro, sustituido por una de esas horribles cadenas mundiales de ropa.
Y desde el punto de vista humano, el querido Joaquín Luqui, personaje de la Gran Vía durante décadas, un punto y aparte en la fauna de la ciudad.
Cierto, Justo. Todavía, hasta hace nada, los viejos rockeros seguían reuniéndose frente a lo que fue Madrid Rock. Y Luqui, desde luego, inolvidable.
Me alegra que los hayas mencionado. Gracias.
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