viernes, 15 de mayo de 2009

Madrid, Madrid, Madrid



Qué mejor día que el de San Isidro para salir del armario. Si, lo confieso, soy de Madrid.
No es fácil vivir con eso, no creáis.
En cuanto pasas el túnel de Guadarrama, por poner un ejemplo, sale un propio y te pregunta :
- ¿Y tu de dónde eres?
Ya esa urgencia por la clasificación geográfica que hay mas allá de nuestras fronteras, te choca. Pero lo peor viene luego.
Tu, claro, respondes que de Madrid y todo lo que recibes es un Hummmm… cuando no un morro torcido. Y empiezas a pedir perdón:
- ¿Y tu eres de aquí?
¡ Oh, qué bonito !...Esa catedral, esa plaza…Bueno por no hablar del queso (siempre hay uno, no hay que arriesgarse con el tipo de embutido).
...Y luego es que yo oigo la jota esa ( cámbiese por cualquier joya de nuestro rico folclor ) y se me ponen los pelos de punta.
...Claro que lo mejor es la calidad de vida que tenéis. Qué envidia, oye, vais andando a cualquier sitio. Y que vas por esa calle Mayor y ahí lo tenéis todo: Zara, Springfield…

Y el /ella en la mejor tradición española te corresponde con un:
-Yo, en Madrid, no podría vivir.
-Te entiendo.
Llegado este punto, lo que toca es poner a parir a Gallardón. Y, ni por asomo, se te ocurre mencionar que los coros y danzas de su bonito pueblo te cortaron la Castellana apenas hace unos días.
Ahí, ya si. En vista de que eres un tío con el que se puede hablar y no un chulo de mierda, el autonómico por fin te mira a los ojos y te hace la gran pregunta:
- Porque, a ver, después de todo, ¿tu cuantas veces al año vas al teatro?

De Madrid al cielo, que lo tenemos ganao.

No hay comentarios: