sábado, 9 de mayo de 2009

Mujerzotas 2



Marina
La señora Marina tenía una pensión: Pensión Marina. Allí no se admitían mujeres. Por allí pasaban peones de albañil, fumistas, chapistas, mancebos de farmacia y temporeros en general.
La señora Marina tenía otra pensión: la de viuda que le había dejado su difunto y con la que podía vivir sin problemas -y sin huéspedes- tan ricamente. Pero Marina era muy fea. Y muy vieja. Y era gallega. O sea, que tenía morriña. Y puso la pensión.
El precio oscilaba entre muy barato y muy caro, según se mire. Esto lo
comprendí una mañana en que la señora Marina estaba colgando en su balcón, como tantas veces, el cartel de SE ADMITEN HUÉSPEDES. Lo dijo la Polonia : -La Marina -dijo- no tiene a quien meneársela. Se organizaba el movimiento obrero.

Polonia

La Apolonia con el "la" perdió la "A" y se quedó con Polonia para los restos. Ella era así de chula.
Lo que si tenía era muy mala leche. Y el culo mas gordo que yo había visto. Así que a La Polonia no la tiraba los tejos nadie ni por recomendación del Papa
. Ni siquiera Virgilio el de los Ultramarinos y eso que, con cinco hijos, la cuenta de los comestibles era morrocotuda.
-Ya me pagarás, mujer, ya me pagarás...
No era de extrañar, por eso, que La Polonia llevara tan mal lo del novio de La Nuri.
La Polonia tenía un marido pintor que no pintaba nada. Era el marido de la Polonia. Sus hijos eran Paquito el de la Polonia, Ramoncín el de la Polonia...Y así hasta cuatro. La única que tenía entidad propia era Elvirita, la más pequeña, que no había heredado el referente materno. Ni su culo.
Un día el novio de la Nuri dio una vuelta a Elvirita en la vespa. Y se armó:
La Polonia que le agarra de las solapas -¡chulo! - y le suelta un discurso sobre esas zor
ras que montas -en la moto- y las chicas decentes. La Nuri que sale de la taberna y le dice que le suelte. La Polonia que nones...
-Quítate te digo que te doy con el sifón. Que aquí no estoy en Francia y no pierdo mis derechos -amenazó la catalana.
La Polonia, sublevada, desoyó los argumentos legales de la emigrante. Hizo mal. Desde su metro setenta largo, la Nuri le enchufó un chorro de seltz en toda la permanente.

Las mujeres del barrio manifestaron su solidaridad con Polonia. Y sent
enciaron que estaba muy bien eso de que la catalana defendiera su independencia pero que de ahí, a pasar a la lucha armada...

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Mujerzotas1

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