jueves, 26 de noviembre de 2009

Línea 3

Antes fue la Historia, ahora estoy poseido por el metro. A ver si se me pasa.

Tamara

El vagón está lleno pero no demasiado. Tamara está en el centro del vagón agarrada a la barra a la que a duras penas alcanza. Tamara es bajita, si, pero muy sexy. A su lado un ancianito pintón, canoso, de sombrero y corbata. Tamara, en su intento de mantener el equilibrio, le pone una teta en el ojo, le da con el culo.
- Uy, perdón, eh.
- Nada, nada, por Dios. Perdone usted, señorita.
Un mendigo portugués con un acordeón atrae la atención de todos:
-Buenas noches señores. Tengo tres hijos pequenos...

Cuco
El tren llega a la siguiente estación. Entre los que esperan en el andén, Cuco y el Jaro.
Cuco es un chico alto, bien plantado. Un guapo de barrio, repeinado, con el traje de los domingos.
El Jaro es un joven viejo con cara de postguerra. Hace dos días que no se peina y ya no se acuerda de cuando lavó el chandal.

El tren abre sus puertas y el portugués sale tocando el acordeón.
El anciano se baja. En el andén, duda y, al volverse a mirar a Tamara, tropieza con Cuco que sube al tren junto con el Jero y el resto de los viajeros que esperaban.
El Jero y Cuco se sitúan cada uno a un lado de Tamara. Ella no ha apartado sus ojos de Cuco desde que entró. El se da cuenta. Halagado, no puede evitar un amago de sonrisa. El Jero le dirige una mirada asesina.
Al cabo de un rato, el tren llega a la siguiente estación. Todavía no ha parado cuando el Jero le pasa
disimuladamentea a su colega una billetera. Cuco se la guarda en el bolsillo de la chaqueta.
Tamara nota algo y, mientras se echa mano al bolso, grita:

- ¡Ladrón! ¡ladrón!
La puerta del tren se abre, el Jero sale disparado. También salen Cuco, Tamara, una mari y un chico que corre tras el Jero.

Tamara, se abraza fuerte contra el pecho de Cuco en cuanto salen al andén:
- Ay por favor, por favor, por favor...
Cuco se siente atrapado. Está un poco asustado. La reacción de Tamara le ha pillado por sorpresa.
La mari se ha auto-nombrado principal testigo y relata el suceso a los viajeros que se han parado allí a causa del revuelo. Llega el chico que salió corriendo:
- Lo siento, tía, no se donde se ha metido ese cabrón.
- ¡ Jooder!,
suspira Cuco.
- Para mi que se fue por el transbordo de la 5, sentencia la mari que empieza a enrrollarse con el chico dejando a Tamara y a Cuco a un lado, solos.
- Ay por favor, por favor, por favor...

- ¡Jooder! ¿Llevabas mucha pasta?
- Qué va. Lo peor es lo de los carnés y lo de la "Facultá". Por lo demás nada, ni un talego...

- ¡Jooder!... Tía, ¿por qué no lo denuncias?...
Tamara se coloca la tira del sujetador por encima de la ropa sacando pecho por si el chico era miope y volviendo a su papel de victima:
- ¿Tu crees?...
- Ya te digo...
- No se, es que...


Ya es de noche cuando Cuco sale de la boca del metro y cruza la calle corriendo, sorteando los coches, hasta llegar al bar del barrio. Busca al Jero que aún no ha llegado.
- ¡Jooder!...
Y dirigiéndose al camarero:
...Chiqui, ponme una caña, ¿vale?
Va al servicio y se encierra en el cuartito del retrete. Se sienta sobre la tapa y saca la billetera de Tamara del bolsillo de su chaqueta. Es la billetera de un hombre. Cuco le reconoce en la foto del carnet que encuentra debajo de la foto de los nietos: es él -¡si claro!- el anciano del sombrero, con el que chocó al entrar en el vagón. Cuco se queda extrañado - no lo entiende- y, de repente, lo comprende todo. Se echa las manos a la cabeza y ríe con ganas.
-¡Jooder!

Y TAMBIÉN:
Línea 1 .......
Línea1.Al día siguiente.......
Línea 2

15 comentarios:

Vivian dijo...

Que bueno, me vino a la cabeza aquello de, “quien roba a un ladrón…” ;)

Como ya te comenté, me encantan estas entradas “metriles” y tu capacidad para imaginar y contar historias cotidianas, siempre curiosas e interesantes.

:)

senses and nonsenses dijo...

no sé si poseído, son como Short Cuts "in the Subway".
hay algo de realidad en ellas, o tu imaginación febril en la hora punta del metro?

un abrazo.

molano dijo...

Vivian, me abrumas. De toda la vida me ha gustado observar a la gente. Ya muy joven, me sentaba en un banco en la calle y me dedicaba a imaginar la vida de los que pasaban. Con este vicio, te puedes imaginar que el metro es un filón enorme.

senses, no andas nada descaminado. Estos personajes están sacados de un guión para una película que hice hace tiempo. Y si, era muy "short cuts in the subway"
En cuanto a mi imaginación febril en la hora punta del metro es materia reservada con la mas alta calificación de confidencialidad.

Lola Mariné dijo...

Estupendo relato, Molano, ingenioso y agil.
Lo que da de sí el metro, jeje.
Lo unico que yo creia que los del acordeon eran rumanos.
saludos.

Champy dijo...

Oye mira que se me hace que lo tuyo lo tuyo lo tuyo, son los metros.

Echate una vuelta la de la Cd. de México!

2046

molano dijo...

Lola, ni imaginas como me alegra que te guste el relato.
Respecto al sufrido pueblo rumano, la verdad es que debería acaparar por derecho propio todo el casting protagonista de esta historia.

Champy, por supuesto que me he pateado el metro del DF. Fué en uno de mis primeros viajes a México y me pareció muy moderno. Claro que ahora con eso de la separación de sexos no debe dar tanto juego. O, pensándolo mejor, seguro que han cambiado las reglas pero el juego continúa. Hummmm...Como dice un anuncio español de la tele: Cuate, ahí hay tomate.

Víctor González dijo...

¡Muy buenas estas historias del metro, Manolo! Creo que ya te lo he dicho otras veces.
Por cierto que, aparte de Malegro de Lotuyo ¿no habrás estudiado también en la escuela de Meso Nero Romanos?
Un abrazo,

molano dijo...

Gracias Victor. El único otro maestro, maestra en este caso, que tuve fué la gran Sara Mago, a cuyas lecciones magistrales asistí con Espe Aguirre.

Xim dijo...

Que buen giro al final, de una vulgar historia cotidiana a una magistral comedia de la vida, sí señor, pero que muy bueno. Felicidades!!! Me he apuntado a tu lista de seguidores y te meto el blog en mi lista de interesantes...

Besotes

Xim

Santy Trombone dijo...

Jo!! como está el metro de Madrid... habrá que darse una vuelta por allí...

molano dijo...

Jooder, Xim, muchas gracias, me siento muy halagado.

Calamarin, no doy a basto con tanta línea nueva. Ya te contaré.

theodore dijo...

Un pickpocket a la española muy bien trazado y resuelto. Y las descripciones de Cuco y Jaro son dignas de Juan Marsé. Bravo.

Un abrazo!

molano dijo...

theodore, muchas gracias. Como tu bien sabes, el metro es muy agradecido para estas historietas.
Un abrazo.

humo dijo...

¡Ay! ¡Tantas historias en el metro!
Claro, que, hay que saber verlas (o imaginarlas a partir de lo entrevisto) y luego saber contarlas.
Parece que tú ejecutas los pasos a la perfección.

molano dijo...

humo, perdona que he tardado tanto en leer tu comentario. Muchas gracias. Pero como tu bien dices, las historias están ahí.
Un saludo.