viernes, 14 de agosto de 2009

Mi verbena de la Paloma

Me animan a escribir sobre la verbena de la Paloma. Sobre la auténtica, no sobre la zarzuela que sería mas fácil.

No sabía yo que se me viera tan castizo. A mi me divierte lo madrileño pero no tanto el chulapo de asociación de vecinos con gorrilla.

Me divierte ese maestro pintor de la Arganzuela que llamaba a mi directora Doña Jiménez (pronúnciese do-ña-ji-me-nez). O la señora que limpia en mi casa que es de Vallecas y que, como en los sainetes, llena las conversaciones de palabras importantes a ser posible acabadas en mente y en ción.

Ya no hay tantos y, cuando me topo con un castizo, lo disfruto de veras. Nada que ver con esos chulos con los que nos confunden.

Cuando iba a La Paloma, lo hacía con un grupo de amigos entre los que no faltaba Cuca, morena de Lavapiés, que nos hacía el recorrido fetén. O con Daniel, rubio de de Embajadores que le hacía la competencia a Cuca en verbenismos. Con una morena y un rubio que es lo chachi. Ni Don Hilarión.Ya te digo.

En La Paloma lo que procede es evitar la fritanga del puesto de feria y recorrer los locales del barrio. Yo me ciño a la tradición por que si no pa que va uno. Bailar salsa con un mojito o tecno rodeado de modernos no es mi idea de una verbena.

Había para mi una parada imprescindible que era el bar de putas de la calle Calatrava. Nada de llamar. Esos días la puerta se dejaba abierta. Dentro el ambiente era puro Almodovar. Los hombres eramos minoría. Y nada de whisky. Ese día se servía limoná, directamente del barreño. La mayoría del público eran las maris del barrio que aprovechaban para entrar a cotillear el local y confraternizar con las del alterne.

Leo en el blog de Pasaelmocho (este si que sabe de esto) que el sitio ahora es la Sixta, también en la calle Calatrava. Seguro que es una buena opción. Un clásico del barrio y un lugar divertido. Coincidía con los dueños en el pleistoceno, en las fiestas de un incipiente Teatro de la Danza. Qué tíos.

Pues, ¿sabes?, me estoy animando. A ver si me escapo el domingo porque el sábado estoy de cicerone con unos amigos americanos, de paso por Madrid, que quieren ver flamenco.

¿Tu crees que les dará lo mismo ver un chotis por los abuelos de la asociación El organillo?

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que el chotis les gustará más ... tablao flamenco encontrarán en muchos rincones ... chotis y ladrillo seguro que no (ahora es donde mi ignorancia se ve mejor reflejada ... como me digas que el chotis y el ladrillo no tienen nada que ver ... ¡me hundes!)

molano dijo...

Muy bien, al golpito, UN 10 EN MADRILEÑISMO. En el chotis "bien bailao"el hombre no se mueve del espacio de un ladrillo.
Pero, sin que esto salga de aquí, la verdad es que muy bonito de ver no es.

Anónimo dijo...

No saldrá de aquí ... prometido!

Squirrel dijo...

Qué te voy a contar, si yo vivo en el epicentro de la verbena. Es de esas cosas que amo y detesto en igual medida.

Mis abuelos maternos se casaron en la Iglesia de la Paloma (aunque mi abuela había sido bautizada en San Cayetano y entonces esas rivalidades de barrio eran tremendas), mi madre y sus hermanas fueron bautizadas en la Paloma. Me temo que lo llevo en la sangre... Me pasa como a ti, que me hace gracia el aspecto más auténtico y no acierto a comprender lo de los bares "modernos" que sacan barra a la calle y ponen tecno, pero me temo que en eso es en lo que se está convirtiendo, una "rave" más. Siempre digo que la "marcha" es uno de esos huesos que nos echan para que royamos y no nos preocupemos de los asuntos de verdad importantes, de la pobreza de nuestra democracia, de la penuria de nuestra economía. Con un mini de mojito barato (que al día siguiente te da un dolor de cabeza garrafal, literalmente), el mundo no importa.

Pero no me pongo serio, que no es plan a estas horas. Anoche salimos un rato por la verbena y por primera vez las asociaciones de castizos entrados en años habían contratado a una drag queen que imita a Rocío Jurado (muy graciosa, la verdad) para actuar en la Plaza de la Paja. ¿Es una novedad, diversidad en el casticismo? Pues más bien no. El casticismo, la zarzuela, el madrileñismo, es pura dievrsidad, puro drag. Que se lo digan a Don Hilarión.

Me gusta mucho tu blog.

José Angel dijo...

Encantadora entrada. No sé si conoces la película La Verbena de la Paloma de Benito Perojo (1935), con la maravillosa Raquel Rodrigo y el extraordinario Miguel Ligero. Tuve ocasión de verla en la Filmoteca. Es una película entrañable, vitalista, en la que se cuela en el rodaje el ambiente de un Madrid republicano, libre. Se nota en la actitud de los actores que España no es todavía una dictadura. Hay picardía, ligereza, casticismo del bueno.
(Esta noche saldré con mi novia Paloma (la Colometa) a disfrutar de este Madrid verbenero.
Saludos.

Santy Trombone dijo...

Yo si fuera tu amigo americano, preferiría ver la verbena de la paloma y no solo por el chotis, en general, los trajes y el folclore me gusta más que el del mundo flamenco (al que no soy nada aficionado)... y bueno visitar el bar de putas de la calle Calatrava hubiese sido un lujazo... Pero con el flamenco también triunfaras, dicen los expertos, que el mejor flamenco esta en Madrid...

molano dijo...

Brekinridge, siempre digo que, a menudo, las entradas son solo un pretexto. Un punto de partida que se enriquece con los comentarios. Qué lujazo tener los de un castizo de tu talla. Muchas gracias.

Y también a ti, José Ángel, que lo celebras doblemente(mis felicidades a la Colometa). Creo que he visto todas las versiones de La Verbena de la Paloma, incluida la de Perojo pero no reparé en ese matiz republicano. La próxima me fijo mas.

Calamarín, mira en los lios que me metes.
A mi si me gusta el flamenco pero hace mucho que no salgo por ahí a disfrutarlo. Una vez, en una sola noche, recorrí todos los tablaos de Madrid ayudando a una amiga que necesitaba hacer un casting de flamencos para un spot del Cadillac Seville. Fué un poco Bienvenido Mr. Marshall.
No sé donde llevaré a mis americanos, quizá a Casa Patas.
Saludos.

Mocho dijo...

Anoche la esquina de la Sixta estaba imposible, aparte de que ya estaban pululando los carteristas por medio y eso me pone muuuuy de los nervios.

Mejor se estaba en La Parrala, en Humilladero, deonde no ponían schottisch, pero se estaba muy agradable.

molano dijo...

He quedado con mi viejo amigo Daniel dentro de un rato para dar una vuelta por la verbe. Me pasaré por la Parrala. Y por la Sixta que hoy estará ya mas tranquilo. Gracias Pasaelmocho. Te cuento.

Justo dijo...

Pues no sé si eres castizo, pero te pegan mucho estos retratos, lo haces muy bien...

Yo viví de estudiante en la calle Calatrava, con dos amigas y una gata, en un piso que tenía pasillo común con otros vecinos, en el que estaba nuestra cocina y nuestro baño. Fue un año inolvidable. Recuerdo un puticlub que había al lado al que fuimos algunas veces a tomar algo, una amiga y yo. Las chicas y un chico que había, no sé si chulo, eran majos.

Ahora en Calatrava hay un bar gay nudista muy bullanguero... Un abrazo

(Me encanta la verbena de la Paloma, y la película de Perojo...)

molano dijo...

Hoy domingo la cosa estaba mas tranquila supongo . En la calle Calatrava, la Sixta llena y lo que fué aquel club de putas creo que es una cosa que se llama The pow que debe de ser el bar nudista que dice Justo, No he entrado en ninguno de ellos, hemos estado por la zona de las vistillas que se estaba mas fresco. Claro que si llego a saber que en mi viejo club de putas ahora puedo estar en pelotas ni me lo pienso.

Gracias por las flores y un abrazo.

senses and nonsenses dijo...

yo también estoy de verbena en verbena, dije que no bloguearía, pero quería echar un vistazo a ver qué estabas haciendo... veo que me dejas mucho por leer.

un abrazo.

molano dijo...

Un abrazote senses, se te echa de meno. Disfrútalo

molano dijo...
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