domingo, 6 de septiembre de 2009

Cuidado 3

Antes de las vacaciones, dediqué 2 post 2, a avisar de los peligros que el verano y las vacaciones traen consigo, especialmente en el terreno sentimental. Aquí abajo los recuerdo.
Pero, ya vestidos de cigarra, con las vacaciones a punto de llegar, nadie quería oír problemas. Así que, para que no me acusaran de agorero, decidí aparcar el tema. En fin, las consecuencias no se han hecho esperar.




El cochinillo
Me abandonó en una siesta. Con el mal cuerpo que deja eso.


Aquel domingo de Agosto todo se volvió contra mi: los mosquitos, el restaurante de domingueros, los termómetros...Lo que iba a ser una encantadora jornada en el campo que insuflaría un nuevo aire a nuestra relación, acabó en un encuentro indigesto en aquel avispero con tufo a refrito.
Yo sabía la falta de glamour que tiene atiborrarse de cochinillo a dos manos bajo aquella solanera pero, qué quieres, me deje llevar por el decorado.
Cuando advertí su mirada justiciera clavada en mi rostro sofocado, intenté un gesto con clase mientras me limpiaba la grasa de la barbilla y el sudor del bigote. Gesto inútil. Aquella servilleta pringosa no hacía juego con el encanto de mi sonrisa.
- Ja, ja, ja...Qué típico, ¿no?
No. Para entonces ya se le había indigestado mi cochinillo. Aún así pensé que eso lo arreglaba yo con una buena siesta cargada de promesas. Fue peor. Tras mi grasiento espectáculo en el merendero, la prometedora siesta más que a un sueño de inusitados juegos sexuales, debió sonarle a orinal. Y me vomitó:
- Me voy, te dejo.

Y se fue. Y me dejó. Y en plena siesta, la muy cochina.

Y es que, ¿a ver qué hace uno si le abandonan a la hora de la siesta?
Porque, te dejan de noche y, en el campo, los grillos gimen a tu ritmo y te hacen compañía. A la hora de la siesta, la chicharra machacona parece que se ríe de tu dolor: chincha, chincha, chincha... Además, por la noche, siempre cabe la posibilidad de dormir desconsoladamente. Durante la siesta, no hay manera.
Tomen nota los amantes:
El abandono de siesta produce una acidez de estómago que no te deja digerir la pena, aumenta la desazón y corrobora tu mala suerte. Sobre todo si has comido cochinillo.

Y TAMBIÉN:
Cuidado. Llega el verano / Cuidadito, cuidadito, cuidadito

19 comentarios:

Santy Trombone dijo...

Querido Molano, lo primero mostrar mi horror por esa terrible foto del pobre cochinillo... ¿Tu no viste "Babe el cerdito valiente"...? Toda persona que después de ver esa maravilla de película siga comiendo cochinillo es un claro signo de que no tiene corazón... Y volviendo a la historia que nos cuentas hoy y poniéndome en semejante situación creo que yo también habría dicho "te dejo"...y me hubiese largado en busca el restaurante vegetariano más cercano...

theodore dijo...

¿Y quién quiere glamour? ¿Hay algo más erótico que comerse un cochinillo a dos manos? Bueno, tal vez sí, pero qué más da. Si no se te echó encima para lamerte la barbilla chorreante y los dedos sabrosamente pringosos, es que no merecía la pena. Yo lo hubiera hecho. O no. Yo qué se.

maikix dijo...

Está claro que no te merecía. Por suerte uno se recupera más fácilmente de estos abandonos que de otros.
Saludos.

molano dijo...

Veo horrorizado que este texto se puede interpretar como autobiográfico. No lo es. Yo tengo modales en la mesa. Es el testimonio de una victima del verano y la interperie.
Lo siento, Theodore y maikix, no era mi intención adjudicarme el papel de chico abandonado. De todas formas gracias por vuestro intento solidario de levantarme la moral.

Calamarín, cochinillo y glamour es un hueco estético aún por desarrollar. Indagaré en ello.

Un abrazote para todos.

PATSY SCOTT dijo...

¡Que tía más ingrata!Al del bigote dile que a toda cerda le llega su San Martín. Y si no, que le pregunten al pobre cochinillo.
¿Por qué no entran mis comentarios?

El Deme dijo...

Pobre muchacha, llevarla a una comida al campo en mitad de agosto a comer cochinillo, no me extraña que le resultara horrorosa la situación y viera lo que le esperaba siguiendo contigo. Nada, nada, hizo bien. Sólo espero que, además, se llevara tu coche y te dejara allí tirado, bueno con tus odiosos primos a los que les reías las bromas mientras ella, la pobre, pasaba vergúenza ajena.

Champy dijo...

Lo único claro para mi es que eres dificil d einterpretar.

A mi em encanta el cochinillo, aquí jamás se me ocurriría comerlo en tus circunstancias.

Me uno a tu pena...o lo que haya sido.

2046

José Angel dijo...

Vaya con el cochinillos. Nunca me gustó y me lo han preparado de muchas maneras. Lo he comido en Casa Cándido y en algún monasterio de Burgos. No lo detesto pero no es uno de mis platos preferidos. Y menos ahora, asociado al drama que cuentas. Conb Maikix, pienso que lo más seguro es que note mereciese, Molano.
Saludos.

Vivian dijo...

Ya sabía yo que por algo no me gusta el cochinillo, ni dormir la siesta…
Muy buena la entrada, lo que me he reído.

Un beso

molano dijo...

Veo que por mas que explico que no es autobiográfico seguís adjudicándome el papel protagonista. Definitivamente este post ha sido un error que va a acabar con mi reputación.

Patsi, tus mensajes no solo entran sino que llegan. Yo también tengo problemas con algunos blogs a la hora de dejar comentarios. Suelo solucionarlo cambiando a Safari (habitualmente uso Firefox)

Deme que no era yo, ¡hombre, ya! Solo te ha faltado decir que mis primos y yo practicábamos el lanzamiento de cuescos.

Champy, te comprendo. A veces me pasa a mi con tus entradas. Yo tengo cerca un traductor pero no siempre se trata de las palabras, ¿verdad? A mi, en esas que no entiendo siempre aprendo algo. Espero que tu saques algo de toda esta broma.

José Ángel, insisto en que no soy yo el cerdo de la historia. Yo soy un tipo refinado y exquisito del que cualquiera se enamoraría si me viera comer cochinillo.

Vivian, gracias por tu visita. Si te has reido, ya ha servido de algo este post, además de para que me prohiban la entrada en Segovia.

Abrazos a todos

Justo dijo...

No sabes lo que me alegro que no sea autobiográfico... yo hubiera hecho lo mismo que la chica.

Champy dijo...

Así es amigo, no os preocupeis, que el ánimo de aprendizaje es sincero.

Te voy a recomendar un producto antimosquitos para la próxima vez.

2046

Lola Mariné dijo...

La verdad es que comerse un cochinillo en pleno verano...eso es lo que produce acidez en la siesta y no el abandono, que lo comprendo (el abandono).

molano dijo...

Justo, por fin alguien me escucha. Por supiesto que no soy ese impresentable.

Champy, anti mosquitos, anti grasa y anti todo. Gracias.

Es que el pobre es así de bruto. Es el colmo que además achaque su mala digestión a la chica.

Un abrazo, chicos.

mujeresdesincuentay dijo...

Me has causado gracia !! el cochinillo no me agrada , y tampoco la siesta, poco tiempo para eso en esta gran Ciudad, ( làstima ...)
Saludito
Cris // mujeresdesincuentay

molano dijo...

No se de donde vienes, cuál es esa gran ciudad, pero gracias por venir. Espero que repitas.
Un saludo

ELECTROCHONGO dijo...

muy terrible q te dejen de siesta!

Merche Pallarés dijo...

Como siempre llego tarde pero te leo. Me he pegado un atracón de posts atrasados, casi me ha sentado como el cochinillo al personaje de tu cuento... Es broma. Me han encantado. Besotes, M.

molano dijo...

¡Qué sorpresa electrochongo! Muy bueno lo tuyo. Me alegra verte por aquí.

Merche, me lo has puesto facilísimo, mira: Nunca es tarde si la dicha es buena.
Tus comentarios son siempre esperados y apreciadísimos.

Un abrazo a los dos.