Sueños a un duro. El programa doble daba para pasar la tarde al fresco. Y para muchas otras cosas.
Conchi: - Un rollo, Pepi. Otra americanada. Aunque eso si, salen unas casas de morirse. ¡Y unos colorines!…Trata de una chica insignificante que se empeña en hacer la vida imposible al chico, un morenazo que, inexplicablemente, entra al trapo de la tonta esa.
El muy inocente ignora que, con ese físico de oscar, es él quien podría traer de cabeza a cualquier otra persona del mundo excepto -y sólo el guionista sabrá por qué- a esa rubia estropajo.
Y luego está el otro, el abogado triunfador que no olvida sus orígenes y sigue considerando al chico su mejor amigo. No es tan guapo pero tiene una mirada melancólica que enamora. Además aunque no tiene los morros ni los ojos grises del moreno, ¡tiene un cuerpazo!.. Porque el chico, como es mecánico, siempre sale más sexy pero en la escena del gimnasio, cuando el otro se quita el traje y se quedan los dos en bolas, el que está más bueno es el abogado. ¡Menudo culo! Y va el tío asqueroso de la butaca de al lado y me empieza a arrimarme la pierna...
El abogado está casado y se supone que muy enamorado de su mujer, una galerista muy moderna. Pero, mira por donde, no hace otra cosa en toda la peli que preocuparse por su amigo: que si sufre de amores, que si lo del crédito del taller... Y él siempre ahí, venga a darle puñetazos y a revolcarse con el mecánico en el patio de la casa mientras juegan al baloncesto, que a estos americanos siempre les da por lo mismo.
La chica y el chico andan siempre regañando pero no sé muy bien como se lo montó la zorra esa porque, en lo que salí a mear y a comprarme unas cotufas, ya estaban casándose. La culpa fue de el de al lado que me estaba poniendo nerviosa con la piernecita y decidí cambiarme de butaca.
De lo que estoy segura es de que ella se lo quería hacer con el abogado y de que este no la hace ni caso porque la tía anda siempre malmetiendo y no para hasta que el chico y él acaban enfadados.
Al pobre abogado, además, también le abandona la galerista moderna. Menos mal que su jefe, que al parecer es el único normal en este despropósito, le quiere mucho (dice que le recuerda a él cuando era joven) y le hace socio de la compañía.
Pero claro, el tío está jodido. Y me ha echado una mirada, Pepi -la mirada esa melancólica- que me ha roto el corazón. Si seré tonta que casi me echo a llorar.
Y el otro bobo, con esa cara de cachorro y esos ojazos, tan contento porque la rubia dice que le quiere. ¡No le va a querer!
Y se enciende la luz y me veo al de la piernecita mirándome desde la fila de delante con esa cara llena de granos ¡Me puso de una leche!...
Y TAMBIÉN:
Sesión contínua1
Julio Romero de Torres (1874 - 1930)
Hace 2 semanas
6 comentarios:
jo, ya no quedan sesiones dobles. la de pajas, y otras cosas...., que habré hecho entre peli y peli. (mañana me arrepentiré de haber dicho esto).
y que me dices de las cines al aire libre, o los autocines? eso era sodoma y gomorra, al menos en los cines que frecuentaba allá por el mediterráneo... (me callo, que me arrepentiré).
un abrazo.
Senses, Madrid debió ser en sus tiempos la capital mundial de la sesión contínua con rollo sexual pero los autocines, hasta donde yo sé, los veiamos solo en las películas. Los cines al aire libre desaparecieron aunque en los últimos años tenemos la terraza de la filmo y otros cines al aire libre (en La Bombilla, la Castellana, etc.) durante el verano. Hay pipas (esencial en el cine al aire libre), bocatas y hasta copas bien servidas en algunos de ellos. Cancaneo sexual no he visto. Pero pienso fijarme mas.
UFFFF la de tiempo que hace que nadie me roza con la pierna en el cine... aunque no tengo ningún motivo para quejarme, ya que ahora mi "Panchi" siempre me coge de la mano, y en las escenas más románticas me la aprieta con mucha fuerza... y eso no lo cambio por nada del mundo...
Yo creo, Calamarin, que los nombres están mal puestos. Lo de la piernecita mas que sesión contínua era puro "arte y ensayo". Un buen novio si que es sesión contínua. Qué lo disfrutes.
Qué pena que se fueran las sesiones dobles, los cines al aire libre, los cines de cancaneo.. apenas queda nada de eso en España -por lo que sé, sí en otros países-.
Y lo mejor de las películas es contarlas luego, claro.. como hace tu Conchi. ¿Te acuerdas de El beso de la mujer araña?
Jo, Justo, no me menciones el beso de la mujer araña que me hundes. Eso si que es contar pelis.
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