domingo, 30 de agosto de 2009

Chistes de amor

Era admirable. La versión Universidad de Verano de La Rusa, era admirable. ¿Cuántos años tendría, setenta?...Desde luego ninguna edad homologable a la cola de la piscina de la Universidad.
La Rusa era todo un ejemplo de estilo para aquella cola de universitarias clónicas: pelo largo con raya en medio, vaqueros, alpargata esparteña, camiseta ajustada marcando tetas o bien blusa de encaje blanca transparentando tetas. Y el inevitable capacho ibicenco con un arsenal de provisiones: el libro (Herman Hesse o Castaneda, según grado de drogadicción), el tampax, el boli, el chisquero, la píldora, papel de fumar, bikini, estuche metálico para la cajetilla de tabaco, la china o la maría.
Y la cartera, a su vez repleta de otra larga lista de misceláneas. Y el carnet de la facultad.

La Rusa no. La Rusa ya era, a finales de los sesenta, una chica-almodovar. En la aguja del tacón, pinchaba una pieza de corcho que convertía el zapato en la plataforma que la elevaba a la categoría de chica moderna.
Los pantalones ajustados, de mezclilla, acababan en la pantorrilla y se sujetaban a la cintura de avispa por un ancho cinturón de auténtica imitación de tigre. La blusa estampada en psicodélia -a juego con nada- tenía cuello camisero que llevaba levantado enmarcando su rostro, bronceado de maquillaje, en el que resaltaban dos pelotazos de colorete. Las greñas de mil colores, en riguroso desorden. Y el bolso: uno enorme de hule estampado de margaritas king-size.
Oyess...¿Me dejas cinco duros que me faltan?- decía con el mismo tono desenfadado-juvenil que se imponía en Moncloa. Si no la mirabas, hubieras dicho que era una mas de aquellas universitarias eternamente faltas de cinco duros para la piscina, el metro, un bocadillo o lo que fuera. Necesitar cinco duros era moderno. Como de izquierdas y eso...Ella necesitaba cinco duros constantemente. Y no es de extrañar porque era mucho más moderna.
Nunca vi a nadie darle cinco duros (lo moderno era pedirlos, no darlos). Ni entonces ni en tantas ocasiones como, años después, seguí encontrándome con la Rusa en otras tantas colas.


Cuando empezó a frecuentar las de los cines, ya no le faltaban cinco duros. Tendría para entonces unos 85 años y debió pensar, muy acertadamente, que ya estaba bien de ser universitaria y moderna. En las colas de los cines vendía chistes de amor. Los chistes de amor eran unas hojillas, trozos de fotocopias partidas, imposibles de leer. Un puñado de frases inconexas, como yo bien sabía. Pero...¿Quién se resiste a ese título?

En la foto, la Rusa una mañana en el Paseo de Recoletos, escribiendo los chistes de amor que por la tarde vendería en las colas de los cines.

33 comentarios:

Squirrel dijo...

Menuda regresión me acabas de provocar. La recuerdo perfectamente, de las colas de los cines, sobre todo los de la calle Fuencarral. Dejé de verla hace ya mucho, cuando me fui a vivir al extranjero, y ya han pasado de eso más años de lo que me gustaría admitir. Alguna vez mi madre me dijo que la conocía, que venía de "buena familia", que siempre estuvo algo tarumba, que no le faltaba de nada.

Nunca le compré un chiste de amor. Y ahora mismo me estoy arrepintiendo muchísimo de no haberlo hecho, no sé por qué.

Anónimo dijo...

Que personaje tan singular, hoy no creo que se den, o es que ya realmente no hay nada original.

Un saludo y buena semana.

Santy Trombone dijo...

Creo que conoces bien Valencia, pero no sé, si en alguna ocasión llegaste a coincidir por las calles del Carmen, con "Blanquita" otro personaje singular, de características parecidas a la "Rusa"...

theodore dijo...

Por Málaga también había una personaja del estilo, supongo que en todas las ciudades hay alguna o algunas cuantas. La descripción que has hecho tanto de ella como de las clónicas es fabulosa, y me encantaría haberle comprado un ciste de amor a mí también, aunque no se entendiera nada.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

No sabia que la llamaban la rusa, la conoci en la biblioteca nacional, sentada en unas escalerillas enfrente de la escalera principal, con medias-calcetines de colores, piernas abiertas y un mundo de colores entre ellas, poemas de amor decia, poemas de amor para los enamorados....... que tiempos..... uno soñaba en la libertad.. y la miraba... en el amor... y la miraba....soñaba con Europa... y ahi estaba... poemas de amor... para los enamorados......del amor....

El Deme dijo...

Curioso personaje madrileño, "chistes de amor, vendo chistes de amor", decía en la cola de los cines Roxy o Paz. Nadie le hacia caso, pero todos mirábamos de soslayo a esa rara mujer que tenía una voz muy potente para publicitar su mercancía. Me has hecho viajar en el tiempo. (Me alegro que te gustara el Cabaret Líquido, fue una cosa muy simpática, ¿verdad?)

Anónimo dijo...

La nuestra se llamaba Lolita Plumas. De indumentaria estrafalaría pero llena de colores, cuya única tarea era darle de comer a las palomas del Parque Santa Catalina ... qué tiempos. Dinero no consiguió mucho, pero sí una estatua.

molano dijo...

Breckinridge, me encanta que siempre andes medio emparentado con todos los personajes que saco a la palestra y así aportes información de la buena.
Yo si le compré chistes de amor y guardo uno tan bien que no lo he encontrado para enseñarlo.
Decía algo así como: ¿Cual es la primera virgen (o verbena o algo así) de Madrid? La melonera.
Muy de amor no era. O si, vete a saber.

Jose, en todas las épocas hay gente que se desmarca. En aquellos años, desmarcarse era muy fácil ante tanta uniformidad y muy difícil por el precio que había que pagar por ello.

Calamarin, entre nosotros y que no salga de aquí, mi amor por Valencia es muy reciente. En el pasado tuvimos enormes desencuentros. No conozco a Blanquita pero como dice Theodore en casi todas las ciudades hay un personaje similar.
A diferencia de otras mas dicharacheras, La Rusa no hablaba con nadie ni se enrollaba mucho mas allá del toma y daca del negocio. Entre mis amigos la conocíamos por ese nombre pero no me extrañaría que tuviera otros.

Deme, estos personajes te ponen de golpe en una época. A mi me recuerda la cola de la piscina aquellos ambientes, aquellas amigas. A otros los cines o la situación política. (el cabaret líquido, buen teatro muy bien hecho)

Al golpito, a Lolita Plumas por lo menos le han hecho una estátua.
Yo creo por ejemplo que la María de las Ramblas de Barcelona se merecía otro. Cuando no había tanto mimo ni tanto personal, La María era esencial en el paisaje de la Rambla. Un día te la encontrabas mal, muy deteriorada y otro con un Chanel, comprando chucherías a los niños. Entre esas situaciones había una estancia con las monjas que volvían a ponerla en marcha.

Gracias a todos. Saludos

Capri c'est fini dijo...

Bonito homenaje a la Rusa. Creo que en casi todos los lugares hay una rusa o un ruso. A mí me producen un sentimiento contradictorio: por un lado una lástima casi infinita, por el desdén con el que todo el mundo la mira. Por otro lado me dan un miedo atroz, no a que me puedan hacer algo, sino a verme en esa situación.

Un abrazo.

Lola Mariné dijo...

La verdad es que sí, ¿quien podría resistirse?
Una historia entrañable.

molano dijo...

Caprí, me has dado directamente en el corazón. Desde muy niño observaba a estos personajes mas de lo habitual y es que yo me veía a mi mismo en su situación muy facilmente. No me parecía en absoluto algo ajeno. Siempre tuve la sensación de que en un tris yo podía ser uno de ellos.

Me alegro de que te guste Lola.

Un abrazo a los dos.

Uno dijo...

¿La piscina de la Universidad supongo que es la que llamaban la piscina del SEU?
No la vi en esa cola pero si en los cines. ¿Sería rusa? Claro que eso tan castizo de La melonera en una rusa, no se...

Víctor González dijo...

En Santiago estaban "Las Marías" que también tienen una estatua en la alameda; y en Orense "O Paxaro" que no la tiene pero la merecería.
Por cierto, ¿la tercera frase pertenece al chiste o es tuya? Porque si pertenece al chiste es pura poesía:

"¿Cual es la primera virgen de Madrid?
La Melonera.
Muy de amor no era."

PATSY SCOTT dijo...

El 8 de octubre del año pasado escribí en mi blog un post sobre un misterioso poeta que teníamos en Lavapiés. Este no los vendía en persona, sino que los pegaba en las cristaleras de los bancos y en las farolas. . Al final del post me preguntaba si alguien guardaría aún alguno de los de la señora de la calle Fuencarral. Que casualidad. Lo de la melonera me lo voy a pensar, porque alguna relación con el amor tendrá, digo yo.

http://yesferiguellfandango.blogspot.com/search?q=poemas+de+amor

molano dijo...

Los poetas veis poesía hasta donde no la hay, Victor.
Qué alegría volver a verte por aquí Patsy. Iré a ver tu post. Y si, como dije, tengo un chiste de amor tan bien guardado que no lo encuentro. Pero voy a buscarlo hasta descifrar el misterio de la melonera.
No creo que tenga que ver con el amor. Me da que lo de "Chistes de amor" era puro marketing. Algún amigo copy que se lo dijo.

José Angel dijo...

Conocer una ciudad es conocer también su lumpen. Esta rusa es verdadermente interesante. Hay otra rusa de infausto recuerdo: la de la novela homónima de Juan Luis Cebrián: despreciable este tipo.
Saludos.

molano dijo...

Desde luego, j.Ángel, yo no me voy de una ciudad sin, por lo menos, intentarlo. De la otra rusa tengo un vaguísimo recuerdo, tan vago que me da pereza.
Un saludo

Justo dijo...

Ya que habéis hablado de Valencia, me parece que en esa ciudad hay un espacio urbano -que a mí me apasiona- y que parece ser imán de rusas y rusos varios: la plaza de Tossal, muy cerca de Sant Jaume.

(En Madrid en la plaza de Benavente.. son esos sitios como inacabados, de tránsito, que llaman la atención a personas diferentes).

Qué bonito recuerdo a este entrañable personaje. ¡Aunque menuda jeta! Que cinco duros en aquella época era mucho... lo que valía a mediados de los setenta un fascículo de Flash Gordon en la serie de Héroes del cómic, la más cara. (Mi paga semanal eran quince).

Un abrazo

molano dijo...

Justo, conozco Valencia pero no mucho los nombres de las calles. Si se de una plaza así por el barrio del Carmen, pero no se si es esta del Tossal que tu dices.Una con un banco corrido grande, Aquí parece que el que controla mas Valencia es Calamarin.
En cuanto a la plaza de Benavente en Madrid, ultimamente es punto de reunión de alcohólicos, muchos de ellos inmigrantes.
Y el precio, era barato Justo. Fíjate, si yo llego a encontrar el chiste que tengo, el dineral que voy a conseguir por él.Una fortuna, vamos.

Anónimo dijo...

Hola, acabamos de hacer su club de fans en facebook. ¿Podemos usar esa foto? Si no autorizas, la quito.
Gracias.

(Club de fans de la señora que vendía chistes de amor en los Roxy)

Eytán Lasca-Szalit dijo...

Genial tus referencias respecto a la Rusa. Me acuerdo de verla en las colas de los cines de Fuencarral, a comienzos de los 80 y al igual que Breckindrige me arrepiento de no haberle comprado sus chistes de amor (curiosidad insatisfecha).

miguel dijo...

yo vivia al lado,en palafox y la vi infinidad de veces en aquellas sesiones dominicales.Efectivamente,era raro ver a alguien que la comprara algun chiste,que creo que valian 100 pesetas.La gente la miraba con estupor.Tenia muchos años a sus espaldas y tenia un aspecto un tanto fantasmagorico.No obstante,se notaba que tenia cierta categoria y clase.

Myshkin dijo...

Viví casi veinte años en Madrid, del 77 al 96, y la mayor parte de ese tiempo en Malasaña, y volví a Argentina. Ayer charlando con un amigo surgió del baul de los recuerdos la mujer de los chistes de amor de Fuencarral...Una vez mi novia de entonces coincidió con ella en el baño del Roxy, y le escuchó decirse a si misma, mientras se pintaba los labios frente al espejo:_Era un hombre casado, vulgar y corriente... Nunca se nos olvidó esa enigmática frase suelta, a la que le atribuimos ser la causa de esa hisatoria de amor y locura que la llevó a escribir esos "chistes".

Anita Dinamita dijo...

Guau, qué maravillosa regresión. Personaje que se grabó en nuestras memorias de por vida. Alguien le compró un chiste, con una letra terrible ponía algo bastante incoherente que no recuerdo porque yo debía de tener 10 años o así la última vez que la vi. Y ya ni estará, y apenas hay reportaje gráfico.
Gracias!!!

Anónimo dijo...

Madre mía, la recuerdo como si fuera ayer, muchas veces me he preguntado que fué de ella, gracias por la entrada, unos grandes recuerdos de los 80

Anónimo dijo...

Vivo al lado de la calle Fuencarral desde que era pequeña, la veía todos los días, era una señora muy singular.
En una ocasión le compramos un chiste por curiosidad y no había quién comprendiera nada.
La verdad es que apetecía hacerle una foto, pero no hubo ocasión, mi madre se lo pidió pero ella rehusó.
Qué recuerdos!

Enrius dijo...

http://elpais.com/diario/1995/08/31/madrid/809868254_850215.html

Unknown dijo...

Yo creo que era una especie de ánima prematura,...una adelantada que vendía ya "Chistes de Amor" en el más allá, pero todavía en el más acá...(asumiendo que en el más allá vagaremos errantes por un tiempo hasta que nos anuncien definitivamente adonde vamos, si hay paraíso o no, o si nos toca definitivamente irnos del todo...).

¿Sabéis que salió en una peli? Estoy seguro. No sé si era una de Gerardo Herrero. Este que en los 90 hizo varias pelis que hablaba de personajes en la crisis de los 30 años con su mujer Marta Belaustegui en todas esas pelis....Esa época en la que también sacaron pelis como "Perdona bonita pero Lucas me quería a mí" o algo así...Recuerdo que hicieron un inserto de la señora (quizá pusieron una actriz parecida) vestida a su estilo y diciendo "Chistes de amor" y luego la peli seguía , pero el inserto estaba. Alguien se acuerda? Enrius tú lo sabes? (He visto tu artículo también. Muchas gracias).

Un abrazo desde Nueva York. Me ha venido a la mente de cuando de niño iba a los Fuencarral y veía a esta señora, y mira tú lo que me he encontrado.

Enrius dijo...

Ya casi había olvidado esta entrada del blog que tengo bastante abandonado, aunque nunca olvidé a "Chistes de amor" Agradezco, Luis Carlos, tu texto y lamento no haber visto la película de la que escribes, celebro igualmente que hayas leído el artículo que , ya hace tantos años , publiqué en El País. Luego he leído otros acerca de esta inefable mujer que intentaban aclarar algo sobre su vida y su atrabiliaria personalidad.
Recibo tu abrazo desde N.Y. mi ciudad favorita en la que he pasado temporadas inolvidables, y te envío otro madrileño añorando siempre mis caminatas por Manhattan que me has hecho recordar con gran nostalgia. Ahí va el abrazo telemático.

Anónimo dijo...

Hola.. La recuerdo perfectamente. Solo un detalle. Yo nací en 1960. La generación de mis hermanas (15 años anterior) también la conocían (aparentemente de aquellas hablaba mucho más con la gente) y la llamaban La Apache.

Federico dijo...

La película que decís es Marta y alrededores, de 1999. Casi al final aparece esta mujer interpretada por Julieta Serrano y habla un poco con el personaje interpretado por Marta Belaustegui en la puerta de un cine.

Yo también vi varias veces a este personaje entrañable y curioso en la puerta de los cines. Me gustaría saber que fue de ella

Anónimo dijo...

Madre mía qué suerte tengo busqué una entrada para ver si encontraba la película donde salía esta señora bohemia y rara que conozco por un artículo de Almudena Grandes y me encuentro con todos estos maravillosos comentarios y hasta con el título de la película y solo escribiendo en Google "vendiendo chistes de amor. Gracias gracias. Esto es maravilloso.

Tiroleses dijo...

Me pasa lo mismo, me acuerdo de ella perfectamente.